En otras palabras, el que hasta el domingo era el protocolo más seguro de wi-fi pasó a estar entre los que pueden sufrir ataques. Ante esta situación, Microsoft ha lanzado una actualización de Windows para solucionar el problema. Simplemente tenés que actualizar tu sistema operativo, siempre y cuando uses Windows y la versión todavía reciba soporte desde la firma Redmond.
Para hacerlo, hay que chequear si el update está en las actualizaciones automáticas, o bien ir al panel de actualizaciones (pulsar la tecla Windows + «i» y luego en «Actualización y seguridad»).
Si no sale en la lista, probá haciendo click sobre el botón «Buscar actualizaciones». Si no aparece, solo resta esperar.
Por ahora, la otra parte del problema es que no hay noticias de que Apple haya hecho lo mismo con sus plataformas macOS y iOS, ni de que Google tenga previsto hacerlo para Android. En Linux también puede demorar un poco en aparecer un parche.