La respuesta a la pregunta que se hacen todos sobre lo que pasó en la fiscalización de los votos, cómo pudo haber sido posible que se diera un 38-38 cuando había 75 votantes, parece tenerla uno de los directivos que estuvo en esa mesa en la que las caras iban cambiando según de contaban las boletas que tenían los nombres de Luis Segura y Marcelo Tinelli.
Las elecciones, una vergüenza
Se trata de Rodrigo Escribano, el vicepresidente de Talleres, quien fue elegido en el inicio de la asamblea para ocupar esa función de control de los votos. Un dato: previo a los comicios, la autoridad albiazul había blanqueado que apoyaría a Tinelli en su candidatura por la presidencia.
Entonces, qué pasó, cómo fue que nadie de los fiscalizadores se dio cuenta que había uno o varios “votos doble”. Escribano brindó sus razones a Mundo D en un largo monólogo: “Lo que pasó fue que el vicepresidente de Estudiantes (Pascual Caiella, vicepresidente tercero del club de La Plata) abría los sobres. Y separaba los votos. A la derecha iban los votos de Segura; y a la izquierda los de Tinelli. Y encontró varias veces dos votos pegados. Y como eran iguales, para el mismo candidato, valía uno ese voto”.
Las delirantes placas de Crónica TV
Y continuó Escribano: “Y se ve que evidentemente se le ha pasado en algún voto que sacó del sobre y no se dio cuenta de que había dos. Y eso ha producido el número 38 a 38. Evidentemente se le pasó un voto. Por eso se pasó a un cuarto intermedio. Es realmente increíble pero así fue”.
El dirigente albiazul agregó: “Era imposible que yo supiera si había algo raro en los votos. Porque son cartones, son gruesos. No los estaba tocando”.
Con Escribano y Daiella también estaba el presidente de Olimpo de Bahía Blanca, Alfredo Dagna. Y, además, había tres personas designadas por la Inspección General de Justicia. La agencia Telam publicó otra versión de lo que pasó en el racconto: “En tres sobres hubo dos boletas, pero en uno de ellos la duplicidad no fue detectada pese a que prácticamente cada uno de los siete ‘recontadores’ tenía la responsabilidad de escrutar solamente 10. Así y todo, se equivocaron”.
Gestos de la reunión
Para el recuerdo de quienes seguían la transmisión en vivo de las elecciones a través de internet quedaron dos gestos que involucraron a directivos cordobeses. O, mejor dicho, un gesto y un “no gesto”. Cuando votó el presidente de Instituto, Ricardo Morellato, se vio claramente el gesto simpático del dirigente albirrojo para con Escribano.
Pero cuando votó Pérez no hubo ni un cruce de miradas. Claro que esto no significa que haya una enemistad, bien podrían haberse saludado en el arribo de ambos al predio Julio Humberto Grondona, de Ezeiza, donde la Asociación del Fútbol Argentino llevó a cabo las elecciones. Otro momento para el recuerdo fue cuando Carlos Ahumada entregó su sufragio. El “cordobés-mejicano” fue gerenciador de Talleres (hasta 2009, cuando la “T” cayó en desgracia por primera vez al Torneo Federal A) y hoy es el presidente de Sportivo Estudiantes de San Luis, que compite en la B Nacional. Escribano, con el Fondo de Inversión tomó el mando de Talleres tras la gestión de Ahumada.
El otro dirigente cordobés en la votación de la AFA fue Manuel Darío Rosa, como uno de los 10 votos que tenían las ligas del interior.
Fuente: http://mundod.lavoz.com.ar/futbol/rodrigo-escribano-conto-que-paso-en-las-elecciones-de-la-afa?cx_level=player_home_lvi_extendido
