El proceso para acceder a dicha operación quirúrgica comienza en las maternidades de la provincia, donde a los bebés se le hace un screaning auditivo denominado fotoemisiones acústicas. Si ese estudio da un resultado anormal, se lo repite; en caso de que continúe siendo negativo, el paciente ingresa al protocolo de implantes cocleares.
“Es una cirugía muy costosa, de difícil acceso económico, y con el sistema de salud a los pacientes no les cuesta absolutamente nada. Desde que nacen hasta que llegan a la rehabilitación auditiva, que dura años, es toda una evolución”, describió la referente del Programa Provincial de Hipoacusias Neonatales, Romina Fargi.
Al respecto, el médico otorrinolaringólogo del Hospital del Niño Jesús, Martín Fontana, explicó: “Una vez arribado al diagnóstico, se lo equipa al niño con audífonos a través del Ministerio de Salud. Durante seis meses recibe estimulación, para luego realizar una revaloración con todos los estudios audiológicos. Si en ese periodo donde el niño estuvo con una estimulación auditiva y del lenguaje, no consiguió adquirir el lenguaje adecuado o lo que uno espera para la estimulación auditiva, entra en el programa para la cirugía”.