Luego de una espera que superó las dos horas, el padre de Abigail tomó una decisión lleno de angustia y desesperación. Tomó a su pequeña hija en brazos y cruzó el límite caminando, cargando a la niña, que no dejaba de sollozar y hasta gritar a causa de los dolores.
La triste travesía duró casi 5 kilómetros a pie, hasta que finalmente llegó la autorización y un familiar los fue a recoger a la ruta.
«Solo le pedía que nos deje pasar porque ya hacía bastante calor, y encima estaba lleno de moscas, teníamos miedo de que se le infecte la herida en su pierna. Pero el policía no entendía, nos decía que esperaba la orden de Santiago», relató su mamá, Matilde.
«Ella ahora está en crisis, con sus dolores. Cada vez que se despierta, lo único que dice es: ese policía malo, mamá, que no me deja pasar para ir a mi casa», contó Matilde, entre lágrimas.
«Nosotros queremos una solución y que mi hija no vuelva a pasar nunca más por esto. Está muy mal ella ahora», agregó Diego, su papá, conmovido.
