viernes, abril 19, 2024
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Nuestros compañeros de vida, y el duro momento de su partida

Los veterinarios coincidieron en que Tucumán debería tener un lugar dónde sepultar los animales domésticos.

Cuando se muere una mascota, toda la familia queda sumida en el dolor por la pérdida. Al fin y al cabo era un integrante de la casa y un miembro más de la familia. Los veterinarios advierten que los niños y los adultos que viven con la única compañía de su perro, son las personas más afectadas por esa pérdida.

La mayoría de las personas que han pasado por esa situación llegan a sentirse, incluso culpables, por la pena que los invade. En esos momentos es fundamental recordar que la mascota (perro, gato, canario, entre otros) era parte de la vida familiar, de la rutina y del hogar.

Durante la etapa de duelo es muy probable que haya personas que no entiendan los sentimientos ni sepan valorar la tristeza que provocan; en especial aquellos que siempre han pensado aquello de que “no es más que un perro”. Sin embargo, en ese período difícil, es más importante que nunca tener a alguien con quien compartir esos sentimientos.

En estas situaciones aparecen varios interrogantes: ¿cómo se puede elaborar el duelo?, ¿es necesario traer a la casa una nueva mascota?, ¿conviene esperar un tiempo antes de hacerlo?… más aún el problema que deben afrontar los dueños de las mascotas es dónde sepultarla. En otras provincias hay cementerios para mascotas y, en algunos casos, incluyen el servicio de crematorio.

“Eso es muy individual, depende del dueño”, dijo Georgina Machado, homeópata de animales. “Frente a la muerte de su mascota, el dueño queda muy dolido y suele no querer más animalitos en la casa para no volver a sufrir o no ver sufrir a su mascota, pero después con el tiempo lo supera”, agregó.

La especialista comentó que a su criterio se debe cambiar de especie. “Si antes tenía un perro; ahora pasar a un gato o viceversa; eso es lo que siempre les recomiendo a la gente que pasa por el duelo”, remarcó.

Además, Machado dijo que en la familia hay niños es más recomendable seguir el lazo con los animales. “Ellos (los niños) superan el duelo más rápido”, afirmó. La amargura no debería ser el único sentimiento ante el recuerdo de una mascota. En esa etapa triste es bueno recuperar en la memoria los momentos compartidos e intentar disfrutar esas sensaciones agradables.

Una vez superado el duelo, la veterinaria Rita Marcilla aconseja adoptar una mascota, en lugar de comprar otra. “Es necesario hacer el duelo, pero después es mejor ayudar a los animalitos que no tienen un hogar -dijo Marcilla-. La mejor manera de contactarlos es a través de las asociaciones de ayuda que aparecen en las redes”, detalló.

En este sentido, Miguel Guerineau, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Tucumán, resaltó que lo más importante es la tenencia responsable. “Hay que conocer las necesidades básicas de las mascotas en relación a las comidas, a tenerlos en un lugar adecuado, a alimentarlos en forma adecuada, se debe tener un plan sanitario preventivo (vacunación) como sucede con las personas”, dijo.

Además, las doctoras Machado y Marcilla coincidieron en que en Tucumán debería haber un lugar para sepultar a las mascotas, tal como ocurre en otras provincias. “Hay mucha gente que quiere enterrar a sus mascotas -dijo Marcilla-, pero no tiene dónde hacerlo”.

Las diferentes etapas del duelo 

n La negación es la primera etapa de duelo, se produce cuando alguien niega rotundamente a aceptar la pérdida.
n El enfado con uno mismo o con los demás. Es la rabia que se siente cuando se sabe que ha muerto la mascota.
n La negociación es la etapa en que nos preguntamos qué hubiera pasado de hacer esto o lo otro.
n La depresión sigue en la etapa en que nos sentimos angustiados, lloramos y nos sentimos culpables.
n La aceptación llega cuando nos sentimos preparados para aceptar el hecho y aprender a superar la tristeza.

La negación es la primera etapa de duelo, se produce cuando alguien niega rotundamente a aceptar la pérdida.
El enfado con uno mismo o con los demás. Es la rabia que se siente cuando se sabe que ha muerto la mascota.
La negociación es la etapa en que nos preguntamos qué hubiera pasado de hacer esto o lo otro.
La depresión sigue en la etapa en que nos sentimos angustiados, lloramos y nos sentimos culpables.
La aceptación llega cuando nos sentimos preparados para aceptar el hecho y aprender a superar la tristeza.

 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/696719/sociedad/como-actuar-ante-dolor-perdida-mascota.html


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