jueves, abril 18, 2024
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Censura por denunciar cadena de favores entre Iglesia-Municipio-Gremio

Uno de nuestros periodistas sufrió grave censura al denunciar una trama que involucra a la Iglesia de Catamarca (presidida por monseñor Luis Urbanc), el municipio de San Fernando del Valle de Catamarca (administrado por el peronista-macrista Raúl Jalil) y el gremio del SOEM (que conduce el “duro” gremialista Walter Arévalo). Juan Carlos Andrada además de ser el corresponsal de El Intransigente en Catamarca, conducía un programa radial en la emisora del SOEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales) de Capital pero al tocar intereses por la construcción de una playa de estacionamiento del Obispado ejecutada con material y recursos de la comuna capitalina, fue sacado del aire para evitar que ahonde en la trama de corrupción.    

En adelante:
EI.- El Intransigente
JCA.- Juan Carlos Andrada

EI.- ¿Qué pasó?

JCA.- Cuando comenzamos el ciclo en Radio SOEM de la Capital 97.7 nos ilusionamos porque creímos que estábamos en una emisora de los “trabajadores”, lejos de las especulaciones políticas pero fue todo lo contario. Nos dijeron que el ciclo de “Juegos de Poder” finalizaba el 31 de mayo. Yo decidí dejar de ir antes (13/5/18). Fue un portazo a la censura y la manipulación en el gremio supuestamente “más fuerte” de Catamarca porque el sindicato estaba tapando a funcionarios del municipio capitalino. Eran 4 horas y media de información sin cortes ni música. Solo noticias, entrevistas y algo de humor político (de 9 a 13:30 horas). El modelo funcionó exitosamente. Un programa de neto corte informativo, pero, sin duda, tocamos intereses sensibles a personajes del Ejecutivo municipal de SFVC con algún “vínculo” con la Comisión del sindicato de trabajadores de la capital que lidera Walter Arévalo. 

EI.- ¿Concretamente cuál fue el planteo que originó la censura?

JCA.- Cuando les preguntamos a los concejales y legisladores provinciales cómo se explica la ejecución de la playa de estacionamientos del Obispado con recursos de la municipalidad de la Capital (personal y maquinaria). Peor aún, quién “explota” la playa de Estacionamiento. Curiosamente la figura del secretario de Obras Públicas, Eduardo Niederle, tiene mucho que ver con ese gran negocio. Este señor es uno de los responsables del Estadio de Fútbol “Bicentenario”, infraestructura que se “hunde” en Catamarca. Niederle aparece ligado al Intendente y al sindicato. Es un hombre clave en la negociación política-económica-gremial camino a las próximas elecciones. 

EI.- ¿Y qué tiene que ver el gremio del SOEM? 

JCA.- Repregunto:¿Cuál es el beneficio del SOEM para velar por los intereses del oficialismo municipal? El SOEM cuida funcionarios municipales (complicidad con la corrupción, connivencia) y calla voces en la radio (censura) por los “beneficios” que reciben los empleados, sin considerar si le roban al resto de los catamarqueños; siempre y cuando quien hace el “negocio” sea otro “peronista” que “devuelva” parte de ese choreo al mismo gremio en forma de “colaboración” y “mejora” para los municipales. La denuncia puntual es que la Playa del Obispado tiene una relación irregular por los recursos humanos y materiales empleados (de la comuna capitalina) y los funcionarios ligados a su “explotación”. Cuando yo menciono este asunto, cambia la relación del SOEM conmigo y me levantan el programa. Me dan un tiempo para irme, y yo decido irme antes dentro del mismo mes pues temía armado de alguna cama o hechos de violencia hacia el personal que me acompañaba. 

EI:- ¿El SOEM tenía un tono crítico con la gestión Jalil?

JCA.- Políticamente esto tiene una lectura diferente a la que aparecía hasta hace poco. La relación íntima que el titular del SOEM le demanda en tono crítico a la CGT local con el Gobierno provincial, es de la misma “intimidad” que la que mantiene el gremio que lidera Walter Arévalo con el Gobierno municipal de Jalil. Arévalo cuestiona a la CGT Catamarca por connivencia con el Gobierno de la provincia pero hace lo mismo o peor con el Gobierno municipal. O sea que, no es una cuestión de coherencia, sino de conveniencia o connivencia del SOEM.  En otras palabras, a Arévalo le molesta la corrupción de funcionaros de la gobernadora Lucía Corpacci, pero no le afecta la corrupción de Jalil y compañía, siempre que los empleados puedan recibir algunas migajas. Pero, a la corrupción hay que rechazarla venga de quién venga. A no ser que el robo de los peronistas “esté bien” y el de otros partidos políticos “mal”. Ironía para graficar la barbaridad conceptual que persiste en la clase dirigencial. Arévalo, un joven sindicalista, era una promesa, pero se le cayó la careta al develar los vínculos con funcionarios millonarios en la provincia.  

EI.- ¿No había forma de negociar para sostener el programa? 

JCA.- Si hubiéramos sido “funcionales” al sistema –seguro- seguíamos. Ahora, si el SOEM decidió (políticamente) cuidar al patrón (Jalil y sus funcionarios) a cambio de un aumento salarial están en todo su derecho. Pero después a pretender hablar de Democracia, Honestidad, Transparencia, Libertad de Expresión, No al Apriete, ya sería muy arriesgado y vergonzoso para cualquier sindicalista,  integrante de la Comisión del SOEM, y por supuesto, para Arévalo (secretario general). 

EI.- ¿En qué sentido hablamos de censura? ¿Cómo?

JCA.- Me hicieron “objeciones” por los invitados y la temática desde el primer mes, sabiendo de antemano que el objetivo era un programa abierto y democrático, sin restricciones, no algo así como “Derecho de Admisión” de acuerdo a si es peronista, radical o macrista, de acuerdo al “humor” de Sr Arévalo. Luego hubo una tensa calma hasta que la semana pasada nos anunciaron que al programa no salía más. Pero, tiene un antecedente importante,  “cuidado” con “algunas” autoridades municipales. Como mi respuesta fue negativa -previsible-, se complicó la relación con Arévalo-Comisión, por lo que, ya sabía que era “crónica de una muerte anunciada”.

EI.- ¿Expresiones de solidaridad?

JCA.- La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), colegas, actores políticos y culturales y fundamentalmente la gente. Mucho apoyo en las redes sociales (Facebook y Twitter) 

EI.- ¿Cuál fue la primera reacción del SOEM?

JCA.- Arévalo negó todo y dijo que era un invento la acusación, que no hubo censura, que levantaba el programa porque el producto era malo, marcando que lo chequeó con los colectiveros amigos, porque él también fue colectivero 7 años. Dijo que no sabe nada de la famosa playa de Estacionamiento del Obispado y sorpresivamente atacó a un diputado del PRO, Carlos Molina (que también tiene una playa de estacionamiento privada justo al frente) por –supuestamente- facilitarnos fotos de los trabajos que hizo el municipio de la capital con maquinaria y personal para la curia. Arévalo afirmó que lo único que quiere es el beneficio para el SOEM. Por otra parte, para hacer la playa de estacionamiento del Obispado tiraron abajo un edificio histórico de la curia donde funcionó por muchos años el Diario la Unión, un matutino con más de 100 años de vida. Sin ningún tipo de miramientos o consciencia cultural primó lo comercial. ¿Dónde va esa recaudación? ¿Quién explota la playa de la Iglesia? ¿Cómo es el negocio entre la comuna que conduce Jalil y la Iglesia administrada por Urbanc? ¿Por qué el gremio decide tapar ese desastre? ¿Qué beneficios recibe? 
 
EI.- Una trama la corrupción… 

JCA.- En el fondo, creo que, no es el SOEM, es la plata. Es el Poder político del turno (que maneja la billetera) y que se aprovecha de la necesidad de los trabajadores. Ahora, el joven dirigente  Arévalo, a pesar de los beneficios económicos, no puede sostenerse “coherente”, apegado a los principios gremiales que demanda a los gritos a los demás sindicalistas. Si hay connivencia con el oficialismo, podrán tener aumento de sueldo los empleados, pero, a su vez, conforma también parte de la coraza de silencio (por conveniencia) ante evidentes hechos de corrupción del oficialismo municipal, Jalil y sus funcionarios. Lisa y llanamente, complicidad. Jugar con el “yo no sé nada” y “si alguien sabe algo, que vaya a la justicia” hoy no alcanza. En definitiva, es el intendente Jalil comprando voluntades con plata, el mismo método en toda la provincia, lo que el gremio SOEM traduce como “beneficios para los trabajadores”.   Una cadena de favores que paga el silencio o complicidad del sindicato como “vuelto”, al tiempo que explica las irregularidades del municipio en la administración de los recursos públicos y los intereses de la Iglesia catamarqueña. 
   

Fuente: https://www.elintransigente.com/politica/2018/5/16/censura-por-denunciar-cadena-de-favores-entre-iglesia-municipio-gremio-491353.html


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