Los usuarios raramente sepan cuándo Google actualiza su buscador con nuevos algoritmos, pero es un hecho que para hacer más utilizable el producto que dio inicio al gigante que hoy se llama Alphabet (en una web que incorpora 822.240 nuevas páginas por día), es necesario trabajar diariamente para mejorar sus capacidades.
Según informa esta semana Bloomberg, durante los últimos meses Google estuvo probando un nuevo sistema basado en IA (Inteligencia Artificial) llamado RankBrain, que mejora sobre todo el análisis sintáctico de las consultas que realizan los usuarios, especialmente en aquellas búsquedas que son hechas por primera vez.
De las millones de búsquedas que se hacen por segundo, más o menos el 15 por ciento son completamente nuevas para Google. Ahí es cuando entra a jugar RankBrain, un motor que entiende mejor preguntas extensas, ambiguas y extremadamente puntuales como, por ejemplo: «¿Cómo se llama al consumidor que se ubica más alto en la cadena alimenticia?»
El nuevo algoritmo funciona incorporando lenguaje escrito en «entidades matemáticas» que el motor de búsqueda pueda interpretar como algo con sentido. También supone cuáles palabras y frases son similares en significado para simplificar entre cuáles debe buscar para satisfacer una pregunta.
Greg Corrado, investigador científico senior en Google dice que el cúmulo de «señales» que dan forma a la búsqueda algorítmica, RankBrain se ha convertido muy rápidamente en el tercer factor en importancia de todos los que contribuyen al resultado de las consultas. Cuando les pidieron a los ingenieros que trabajan en dicho algoritmo en la compañía que buscaran entre algunos sitios y predijean cuáles mostaría más arriba en los resultados de Google, acertaron en un 70 por ciento de las veces. RankBrain, y su inteligencia artificial, obtuvo un ratio de éxito superior a ellos en un diez por ciento.
Esta utilización de la IA, según afirman en The Next Web, es una pista de cómo serán construídos los softwares y los servicios en el futuro: con máquinas que les permitan a las compañías entender muchísima información útil para bases de datos sobre usuarios globales. Por supuesto, todavía falta mucho trabajo en esas tecnología para hacerlos verdaderamente provechosos para las empresas y los usuarios. RankBrain demandó un año de trabajo antes de que Google decidiera probaro en una docena de usuarios y más tarde lo desplegara en todas las consultas de su buscador.
«El aprendizaje de las máquinas no es una poción mágica que derramás sobre un problema y se soluciona. Toma un montón de investigación y cuidado construir algo que verdaderamente pensemos que valga la pena hacer», asegura Corrado.
Fuente: La Voz del Interior – http://www.lavoz.com.ar/tecnologia/google-renovo-su-motor-otra-vez-como-hace-para-buscar-tan-bien
